La visión en el daño cerebral adquirido

Cuando hablamos de daño cerebral adquirido nos referimos a una situación en la que se ha producido una lesión repentina a nivel neurológico, ya sea por un accidente de tráfico, la rotura de una aneurisma, lesiones post neurocirugía o infartos cerebrales, entre otros.

Una persona lleva una vida normal y, de un día a otro, su vida cambia de manera radical.

Nada más producirse la lesión, los primeros cuidados se producen a nivel general ya que, generalmente, la persona está en riesgo vital. En esos momentos la visión no es una prioridad, el lenguaje tampoco lo suele ser. Sin embargo, una vez pasadas los primeros estadíos y estando la persona fuera de peligro, los siguientes cuidados se producirán en áreas más concretas y que, en este caso nos competen, como es la visión.

Un daño cerebral adquirido puede ser devastador a nivel visual dependiendo del área afectada. Las alteraciones más comunes a nivel de la función visual son:

• Visión doble.
• Alteraciones acomodativas.
• Alteraciones vergenciales.
• Cambios refractivos.
• Mareos asociados a la función visual.
• Pérdida de la visión en profundidad.
• Alteraciones en la localización de los objetos.

Las alteraciones visuales son muy específicas en estos pacientes, sin embargo, el impacto de los síntomas varía mucho de unas personas a otras. Los pacientes que han tenido daño cerebral suelen presentar los siguientes síntomas:

• Malestar generalizado.
• Fatiga ocular y fatiga general.
• Desmotivación por las tareas cotidianas.
• Miedo a salir a la calle.
• Imposibilidad de caminar solos por la calle.
• Dolores de cabeza frecuentes.
• Fotofobia.
• Torpeza motora.
• Reducción de los tiempos de atención.
• Baja comprensión lectora o imposibilidad de leer.
• Confusión de palabras y símbolos.

La causa de estos síntomas suele ser multifactorial y uno de esos factores suele ser la visión.

En muchas ocasiones vienen pacientes a nuestro centro porque están viendo doble y nos suelen decir que «ven el mundo de una manera inestable». Muchos de estos pacientes vienen con el consejo de que nada se puede hacer y que tienen que asumir su situación o que para no ver doble deben ponerse un parche.

La terapia visual y/o las correcciones prismáticas englobadas en un tratamiento específico, especializado y personalizado pueden ayudar a eliminar o reducir la parte de la sintomatología asociada a la visión.

Siempre hay tiempo para mejorar y, tras un buen diagnóstico, podremos poner objetivos realistas y concretos para las dificultades que presentan este tipo de pacientes.

Os dejo el enlace a un cuestionario de síntomas en pacientes con daño cerebral que he encontrado en la revista del COVD. Espero que os sirva. Cuestionario.

Feliz Viernes!

Gloria Hermida

PD: la semana que viene hablaremos sobre cómo gestiono en el gabinete los objetivos a la hora de plantear un tratamiento. (Si no te has suscrito todavía puedes hacerlo aquí y así nos vemos todos los viernes!!!