UBUNTU: YO SOY PORQUE NOSOTROS SOMOS

Cuenta la leyenda que: «Un antropólogo propuso un juego a los niños de una tribu africana. Puso una canasta llena de frutas cerca de un árbol y le dijo a los niños que aquel que llegara primero ganaría todas las frutas.

Cuando dio la señal para que corrieran, todos los niños se tomaron de las manos, corrieron juntos y después se sentaron juntos a disfrutar del premio.

Cuando él les preguntó por qué habían corrido así, si uno solo podía ganar todas las frutas, le respondieron: UBUNTU, ¿cómo uno de nosotros podría estar feliz si todos los demás están tristes?
Es una regla ética sudafricana enfocada en la lealtad de las personas y las relaciones entre éstas:
Compartir, tener en cuenta y estar en armonía con todo y todos. Como ideal, promueve la cooperación entre individuos, culturas y naciones.»

Y aquí estamos con este bendito bichito que ha llegado a nuestro entorno para pararnos, sentarnos y hacemos pensar conscientemente en nuestras vidas y en nuestras profesiones. (Ya que estamos en casa, vamos a sacarle partido al tiempo).

Un bichito que parece pequeño, pero aunque no es el más matón, se propaga a la velocidad de la luz y tiene en jaque a nuestro sistema sanitario. Y entre ellos a nosotros los optometristas, pero por otros motivos, menos loables que estar en un hospital dando la cara frente al virus.

Ha tenido que venir una cosa tan pequeña a ponernos delante de las narices que no somos una profesión unida, que a veces no sabemos ni lo que somos: comerciantes, sanitarios… comerciantesanitario (si es que esto realmente es posible).

Así que, aunque estemos ya cansados de cuarentenas y mascarillas, vamos a darle las gracias por ponernos encima de la mesa este debate profesional que vamos postponiendo desde hace ya años. Un debate que nadie «coge por los cuernos» y tira hacia delante. ¿Quién lo tiene que hacer, el colegio profesional de Ópticos Optometristas, las asociaciones? ¿Quién lidera el cambio?

Llevamos años compitiendo, tirando los precios, no cobrando por nuestros honorarios, no sintiéndonos colegas y compañeros. Tirándonos los trastos a la cabeza, desprestigiando al compañero porque hace algo que desconocemos, quejándonos pero sin hacer nada de nada. Somos una profesión que está llamada a hacer un cambio porque sino, no sobrevivirá.

Yo me quedo en casa, porque quiero ser ubuntu. Quiero contribuir a que este virus no se propague más. A pesar de que no se qué pasará a final de mes, si podré pagar las nóminas, si podré pagar las facturas, los recibos, la hipoteca… Los que cerramos nos estamos jugando mucho mucho, por el bien de todos.  Si vamos todos a una conseguiremos disfrutar de ese canasto de fruta del que nos habla la leyenda africana.

Y mientras estamos en cuarentena, os reto a mirar hacia dentro, a pensar en cómo cada uno podemos evolucionar y cambiar nuestro entorno más próximo, para que este bichito no haya pasado por aquí sólo para dejar a nuestros sanitarios y demás profesionales de primera necesidad exhaustos. Para que esto sea un punto de inflexión y hagamos de nuestra profesión algo de lo que nos sintamos orgullosos.

Mientras tanto, sigamos en nuestras casas, ayudemos a nuestros pacientes en las urgencias más urgentes y visualicemos un futuro profesional mejor. Y los que tengan que ir a trabajar porque las necesidades primarias y vitales de otros depende de ello, adelante y gracias!!

Dice el sacerdote misionero franciscano Jorge Bender (argentino) en su libro «África no me necesita: Yo necesito de África!»… Una persona con UBUNTU, es aquella que se alegra cuando otro es bueno en algo, cuando tiene destreza porque piensan que todos se benefician con esto, todos son más.
Si lo queremos traducir a nuestra lengua podríamos decir: «Humanidad hacia otros»; «Soy porque Ustedes son»: «Una persona se hace humana a través de las otras personas»; «Una persona es persona en razón de las otras personas».
Esta es una definición más larga y exacta:
«Una persona con ubuntu es abierta y está disponible para los demás, respalda a los demás, no se siente amenazada cuando otros son capaces y son buenos en algo, porque está segura de sí misma ya que sabe que pertenece a una «gran totalidad», que se decrece cuando otras personas son humilladas o menospreciadas, cuando otros son torturados u oprimidos». Desmond Mpilo Tutu,  arzobispo africano, premio nobel de la paz.

Feliz cuarentena

Gloria