¿Qué difícil está siendo no? ¿Cuánto trabajo?
El otro día cuando llegaba a la consulta, me quité el vestido, la chaqueta y la mascarilla. Los colgué en la percha como siempre para ponerme el uniforme. Y me quedé mirando a esa imagen: vestido, chaqueta, mascarilla. Y pensé… ya nos hemos adaptado, ya lo hemos normalizado.
Ese día fuí consciente de lo normalizada que tenía ya la nueva situación. Echarme hidrogel cada vez que cojo un material, limpiar la mesa de trabajo, la silla, el material, ventilar, fregar… Ya es todo una rutina. Me hecho el gel, mientras saludo al paciente, le pregunto cómo le va y ya estoy observando su postura, cómo están sus ojos, cómo es la familia para saber cómo dirigirme a ella, mientras desinfecto una vez más el oclusor, le doy las instrucciones para hacerle cover test…
Y lo que pienso, ¿quiero que eso sea lo normal?
Adaptarse a esto y cumplir con los protocolos es lo suyo en este momento, eso lo tengo claro.
Por los más vulnerables, por los sanitarios que están al pie del cañón sin ayudas y pasándolas canutas, por todos. Y aunque eso haya que pasarlo y adaptarnos a la situación, yo tengo claro que quiero que esto pase cuanto antes.
Hay un experimento de observación que me comentó Víctor hace tiempo y del que hoy me he acordado. Hay unos monos, unos plátanos y una escalera.
Los plátanos están en lo alto de la escalera. Cada vez que uno de los monos intenta llegar a los plátanos, los investigadores los rocían con agua fría. De tal manera que cada vez que un mono lo intenta, los demás monos se cabrean y la emprenden con el mono que intentó coger el plátano.
Después de algunos intentos, los investigadores sacan a un mono de la jaula y meten a uno nuevo. Lo que hacen a continuación, es que siguen poniendo los plátanos, pero ya no les echan agua. Y sin embargo el comportamiento de los monos, cuando alguno va a por los plátanos, es el mismo, emprenderla con el que sube a cogerlos. Lo hacen todos, incluso el mono nuevo que no vivió el tema de que les echaran agua fría.
Poco a poco los investigadores van sustituyendo a todos los monos, hasta que no queda ninguno de los que estaban al principio. Sin embargo, cada vez que los investigadores ponen plátanos, el comportamiento de los monos, de los que ya ninguno vivió el incidente del agua, es el mismo: ser agresivos con el mono que intenta subir a por los plátanos.
Intento no ser un mono, que a veces lo soy y no perder la perspectiva, seguir siendo crítica, consciente y observadora de la realidad. Que de observar sabemos un montón, que somos optometristas jeje.
Ya queda menos, esto es lo único que parece cierto en esta nueva realidad.
Tú, ¿cómo lo vives? ¿Consigues seguir enfocado? ¿Vas a ratos? ¿Cómo es tu día a día en la óptica o centro de optometría?
Un comentario
Si Gloria, ya nos hemos acostumbrado. Los clientes antes de entrar piden permiso y también buscan es gel para las manos. Siempre piden cita incluso para comprar gafas de sol.
De momento la máscara es nuestra vacuna. Esto hasta hoy está claro y no está de más todas las medidas higiénicas.
Hace tiempo en un curso de lentes de contacto invitaron a una enfermera que nos explicó la importancia del lavado de manos, poner papeles en las mentoneras, cambiarlos delante del cliente y frotar las partes de los instrumentos donde el cliente apoya la frente. Lo encontré súper interesante e importante y lo incorporamos en nuestra óptica. Por tanto no nos ha supuesto mucho esfuerzo las medidas porque ya lo hacíamos…. Lo que si snos supuso un inconveniente es que durante unos días dejamos de tener gel hidroalcolico porque no había.
Gracias por tu blog…. Espero seguir pudiendote leer😀