Hoy os cuento una historia. Me pasó hace unas semanas y por desgracia me pasa de manera recurrente, por eso me animo a contarlo.
Veo un paciente, un niño, de primero de primaria. Vienen derivados por la orientadora del cole porque tiene dificultades en la adquisición de la lectoescritura y quieren saber si hay un componente visual en los problemas de rendimiento escolar. Hacemos evaluación binocular y evaluación visual.
En la evaluación visual detecto que:
- La agudeza visual en lejos es 1.0.
- En cerca 0.8 en ambos ojos.
- La convergencia es normativa. La estereopsis 200”.
- No hay supresiones.
- Alineación motora orto (ligera endo al final del cover test).
- -Los test de fusión sensorial normales.
- -Hay una hipermetropía en retinoscopía de +1.00 en ambos ojos.
- Un MEM de +0.75.
- Una amplitud de -6.00 en cada uno de los ojos.
- Trae una Rx con ciclo de +1.75D.
- Subjetivo +0.75D.
Repito tres pruebas con subjetivo:
- AV lejos 1.0 y cerca 1.0
- Estereopsis 100”
- MEM +0.50D
Decisión: Prescribir OD: +0.75 OI:+0.75. Y valorar la evolución en 6 semanas.
Hablo con la madre 2 semanas después para darle los resultados de la evaluación perceptual y le pregunto por las gafas. Las típicas preguntas…que si las han hecho, que como las lleva, se las pone, cuales son sus impresiones…
Y para mi sorpresa la contestación fue: “Estamos muy contentos, notamos que xxx está trabajando más rato y hay menos resistencia a ponerse a hacer las tareas. En el cole me han comentado lo mismo. Menos mal que las hicimos, porque en la óptica me dijeron que no le hacía falta porque veía bien”.
Y yo pienso dos cosas. La primera…somos nuestros propios enemigos.
Es que, me cuesta entender, que nos cueste tanto ser compañeros. No nos tiembla el pulso en decirle a un paciente que un compañero se ha equivocado. Nos cuesta agarrar el teléfono, llamar al compañero y decir, tengo a este paciente aquí y mis datos no cuadran con los tuyos. O simplemente, respetar, la prescripción de nuestros compañeros, y con respetar digo, no revisar, y hacer las gafas y no hacer juicios de valor contra otro compañero delante del paciente. Y no me vale el argumento, es que si la receta no está bien, tenemos que cargar con el coste de unos segundos cristales… no, no tienes que cargar con ese coste, no corresponde a la óptica cargar con la responsabilidad de que otro se haya equivocado. Pero bueno, esto ya daría para otro post.
Y lo segundo que pienso es… ¿porque solo basamos las prescripciones en la agudeza visual?
La visión es mucho más.
A esta familia se la ha confundido diciéndole, tu hijo ve bien, no necesita estas gafas. (si la madre no insiste, no se las hacen). No necesita esas gafas para ver mejor, las necesita para enfocar mejor, para tener mejor estereopsis, para ver mejor en cerca y para mejorar el rendimiento en el colegio. Nada más y nada menos. Hay muchísima literatura que habla de la importancia de prescribir las hipermetropías bajas para que los sacádicos estén bien hechos mientras leemos.
Creo que deberíamos ser más compañeros. Querernos más como colectivo. No pisarnos. No criticarnos cuando otro piensa diferente o incluso cuando se equivoca. Y no criticar no implica no debatir. Hay que debatir de optometría y mucho. Mientras tanto podríamos respetarnos un poco más.
No seamos enemigos.
Deberíamos ir en el mismo barco y a veces pienso que vamos en una patera, con un sálvese quien pueda y la competitividad por bandera.
Hoy no es un post bonito. Hoy es un post protestón y de pensar: ¿qué puedo hacer yo para cambiar esta situación?
Te leo. Me encantará conocer tu opinión. Porque lo que he escrito solo es una visión desde mi sitio. Cuéntame cómo lo vives tú.
8 respuestas
Como te entiendo, a mí estas situaciones me resultan fatigantes, gracias que entre compañeros la verdad que son habas contadas, es agotadora la lucha con oftalmólogos.
Una pregunta tecnica: Con esa amplitud de acomodación no recomiendas terapia?.
Salud y suerte!!
Si! le hemos recomendado terapia también, pero primero las gafas, vemos como evoluciona el sistema visual y después terapia binocular + perceptual.
Gracias por compartir
Hola Gloria!
Gracias por compartir tus reflexiones y describirlas con tanto respeto.
Dices que es «protestón» pero yo siento todo el AMOR que hay detrás de tus palabras hacia tus pacientes, las familias, la profesión…así que no hay más CIEGO que el que no quiere ver.
A mí estas situaciones, también me resultan agotadoras, porque siento que dedico mucha energía a explicar a las familias mi decisión de prescripción y el porqué antes o en otros lugares, les han dicho que no. Es obvio que si han estado «presentes» durante la evaluación optométrica, entenderán que el criterio y el paradigma con el que enfocamos nuestro tratamiento difiere y se basa en otros criterios diferentes, con otra perspectiva.
Al final, yo últimamente lo enfoco, desde el punto de vista de que sólo puedo ayudar a quienes confíen en mí y son libres de decidir, pues no puedo ni pretendo cambiar el modo de proceder de los demás.
Gracias por todas tus aportaciones!!!
Hola Laura, gracias por compartir. Si que hay mucho amor si, jeje. Por eso me preocupa tanto que los optometristas estemos tan desunidos. Como bien dices, se quedará quien confíe en nuestro trabajo. En este caso es lo que pasó, la mamá confíaba e hizo las gafas. Pero me entristece que los pacientes se vean en ese punto de tener que decidir. Lo dicho, gracias por compartir y por sumar con tu trabajo desde tu preciosa tierra. Un abrazo.
Buenas tardes Gloria,
Me parece una pena que se eche el trabajo de los demás así por tierra, ya que invertís mucho tiempo en vuestros pacientes y dedicais mucho tiempo a la formación. Al final el que mas pierde es el paciente. Pienso que en muchos casos es desconocimiento del profesional, algo que muchos no entienden es que las profesiones y sobre todo la sanitaria requiere de formación continuada y actualización constante. Cuando surge algo que no conocemos simplemente reconocerlo es mejor para el paciente, obviamente no todos podemos saber de todo. Esto solo crea desconfianza en el paciente. Y por desgracia ocurre mucho en este ámbito y en otros.
Creo que todo apunta a que en un futuro todo sea mas especializado y cada vez la población demande y valore mas nuestros conocimientos, te ganaste la confianza de esa familia y por eso el caso salio adelante con éxito, así que enhorabuena¡¡
En cuanto al tema de devolver las lentes…. pues sí es un tema complicado …
A veces se habla desde la inexperiencia. Yo he sido de las que no prescribía pequeños positivos cuando terminé la carrera. Evidentemente, con los años y la formación continua, ahora opino todo lo contrario, pero he tenido que hacer mi recorrido.
Totalmente de acuerdo con Laura y Lorena. Por supuesto contigo también Gloria.
A mi me pasa también… Y pienso que nos pasa eso por ignorancia… Si exisidtieran especialidades oficiales a lo mejor no nos pasaría tanto…. Ahí vamos…
Tus palabras y tu ejemplo me han hecho recordar un caso similar… Pero que no acabo tan bien.. Se hicieron la gafa y al día siguiente la anularon porque fueron al oftalmólogo y les dijo que esto que le pasaba a la niña era normal I que con unas gotas quedaba solucionado…. En fin… Me enfadé muchísimo….
Gracias Gloria
Hola Gloria, como comentas es un poco fustrante que te «tumben» o ninguneen tu trabajo sin un conocimiento previo. Nos toca educarnos y educar a los que nos rodean para sumar y no restar en esta profesión. Si queremos hacernos valer debemos empezar por el respeto.
Yo he aprendido de estas situaciones y además de precribir y advertir que puede darse la situación, explico las razones por las que el paciente va a mejorar y como tu dices, muchísimas veces, lo de menos es la mejora en la agudeza visual. Solo con unas buenas explicaciones y unos buenos argumentos conseguiremos «callar bocas».( suena soez pero es lo que me sale del corazón).