Gracias por todos los mensajes que me habéis hecho llegar después del post de la sopa de piedra. Es impresionante ver cómo estamos en la misma situación optometristas de todo el mundo. Con las mismas inquietudes y problemas.
No sé vosotros, pero a mí, en la cuarentena, no me da la vida. Y creo que esto os pasa a muchos. Yo no estoy viviendo la «cuarentena de instagram», disfrutando de todos los contenidos gratuitos, viendo series y sufriendo el aburrimiento. Esta cuarentena no es la que estamos viviendo en casa.
Nosotros estamos viviendo la cuarentena de ocuparnos en conseguir que ese «todo va a salir bien», se cumpla. Hay una frase que me gusta mucho que dice: «no hay que preocuparse, hay que ocuparse». Es decir, que darle vueltas a la cabeza sobre lo que pasará, sobre si nuestros centros de terapia visual o nuestras ópticas sobrevivirán a esta situación, lo único que hace es que nos encontremos mal. Es mejor ocuparse en arreglar las condiciones, para que a la vuelta estemos equipados con las mayores herramientas posibles. Esta ocupación puede ser aprender sobre finanzas, sobre optometría, trabajar en nuestra paz mental, ocuparse de comer bien y hacer ejercicio para que nuestra cabecita piense mejor…
Este no dar vueltas a la cabeza, a veces se consigue y a veces no. Y es que la situación es tan nueva, tan cambiante, tenemos información taaaaan contradictoria todo el tiempo, que lo raro sería que no le dieramos vueltas a la cabeza. Yo hay días que lo llevo bien y otros que no, a veces lo llevo bien por la mañana y regu por la tarde. ¿Os pasa a vosotros? Intento trabajar en aceptar lo que viene y que es normal llevarlo bien y también es normal llevarlo mal.
Es una situación mindfulness total. Hay que estar en el hoy. Porque la información es tan cambiante que es imposible hacer planes a largo plazo. Lo que piensas hoy ya no vale mañana, porque las condiciones han cambiado o porque no hay una información clara que podamos usar para tomar decisiones. Este bicho, si en algo nos está entrenando, es en la paciencia.
Lo que llevo peor es esto, no tener información, o no saber si la información es fidedigna. Estos días zoom y Whats app echan humo y parece que nos comunicamos digitalmente más que nunca y veo que muchos estamos en la misma situación y que hay situaciones muy diversas.
Hay personas que tienen una microempresa propia, con personas contratadas. Suelen ser pequeñas empresas que son como una pequeña familia. Muchas de estas empresas han pedido un ERTE por fuerza mayor para poder hacer frente a la situación, y no han recibido respuesta por parte de la administración. En este caso no saben qué hacer, porque… primero no pueden solicitar otro ERTE por baja productividad, ¿tienen que asumir que ese ERTE está concedido? ¿Y si luego lo revisan dentro de unos meses y lo deniegan? ¿Qué pasará? ¿Tendrán que pagar todas esas nóminas y seguros sociales mientras han permanecido cerrados, porque «teóricamente» tienen el ERTE concedido? Y los trabajadores, ¿qué pasa con ellos? ¿Tendrán que recuperar esas horas? ¿Tendrán que devolver lo que han cobrado de las prestaciones? ¿Y los microempresarios? ¿De qué están viviendo si son autónomos y tienen que seguir pagando cuotas, facturas etc… y no tienen ninguna ayuda (porque tienen empleados a su cargo), y tienen 0 ingresos?
Hay otras personas que trabajan por cuenta ajena. Su empresa ha hecho un ERTE, y están en casa sin trabajar. Pero todavía no han cobrado la prestación. Hasta dentro de un mes probablemente no cobren nada, ¿cómo es posible esto? Algunos tienen en su unidad familiar alguna persona que tiene pensión, o su nómina no se ve afectada por esta situación. Sin embargo, hay unidades familiares en las que todos están en esta misma situación.
Hay personas que tienen que salir a trabajar a diario. Que se exponen y que están haciendo «un ubuntu» en toda regla. Hay personas que no tienen opción de quedarse en casa y que trabajan para todos. GRACIAS.
Hay personas que no tienen ningún cambio económico negativo por esta situación y que se quedan en casa. Seguramente muy aburridos por no tener nada que hacer. Pero eso es también complicado porque, una cabeza preocupada dando vueltas y vueltas, puede ser nuestro mayor enemigo.
Hay personas que tienen condiciones previas muy complejas, personas que están en la lucha contra el cáncer, y están inmunodeprimidos, y tienen mucho riesgo. Personas con autismo o síndromes con alteraciones en la conducta, que necesitas rutinas y que esto del encierro lo llevan mal, y encima les obligamos a ponerse un pañuelo para «detectarles» y no criticarles cuando salen a la calle.
Seguro que faltan muchas más circunstancias… las que he contado, son las que me «tocan» estos días de manera cercana. Si te apetece puedes poner en comentarios cuál es tu situación y así te desahogas un poco… mejor fuera que dentro.
Cada uno lo vivimos de una manera y como podemos. Este bicho pone a prueba nuestro pensamiento colectivo. Veremos qué nota sacamos al final de este examen por sorpresa que nos ha puesto la vida.
Para terminar os animo a todos los optometristas y estudiantes de optometría a que participéis en el congreso mundial y virtual: www.iheartvt.org. Organizado por Vivid Vision. Es un congreso para recaudar fondos para el COVID-19. La inscripción es de 20 euros y hay varias ponencias al día, en varios idiomas. Yo participaré como ponente el día 28 a las 16:00 hora de España. (Espero veros por allí, que me hará mucha ilusión). Podéis consultar a todos los ponentes y temas en su web.
Feliz cuarenta!!!
Anímate a escribir en comentarios anda!!
2 respuestas
¿Te acuerdas del momento que Rapunzel de Enredados sale de la torre y empieza a decir lo feliz y lo triste que está con su sartén en la mano? Pues así es mi día. Cambiante a minutos, disfrutando de todo lo que se nos está ofreciendo en formación (cosa que me hace sentir afortunada, porque imagínate aquel que no tenga inquietudes y esté todo el día cara a la caja tonta), y dándole vueltas al coco por la «vuelta a la normalidad». Carpe Diem dicen, pero hay momentos en que se complica…Gracias por tu entrada!
Hola Glòria
Gracias por volver a escribir… Ya lo estaba esperando ????
A mi también me pasa que tengo momentos de todo.. A veces bien y a veces me invade la tristeza… Y cuando pasa esto me pongo música que siempre tiene un efecto mágicamente calmante.
Yo tengo la suerte de compartir cuarentena con mi hijo y mi marido. Mi hijo tiene 11 años y desde la primera semana de la cuarentena, me di cuenta que desde que nació no habíamos podido estar tanto tiempo juntos, así que intentó disfrutarlo mucho, mucho… Aunque a veces también nos enfadamos, reñimos, sobretodo cuando quiero que hagas cosas y él no quiere hacerlas????
Reímos y lloramos y nos abrazamos y bailamos y jugamos… Así nos pasan los días…. Hoy doy las gracias, por poder pasar más tiempo del que hubiera tenido para compartir mis días con mi hijo y después ya veremos…
Que bueno dar gracias por lo que tenemos hoy….. ????