Hay un refrán en el refranero español que dice: «Quien mucho abarca, poco aprieta».
Los optometristas tenemos muchas especialidades de trabajo, especialidades que ni siquiera están reconocidas como tal, pero si revisamos nuestro día a día, veremos que hacemos mil tareas diferentes y de muy diversa índole.
En un día normal podemos, por ejemplo: vender una gafa de sol, graduar a un niño de 3 años, hacer un examen binocular a un universitario, adaptar un filtro de corte selectivo en una retinosis pigmentaria, montar un progresivo en una montura al aire, hacer una sesión de terapia visual en una ambliopía, vender un líquido de lentes de contacto, hacer una orto-k y vender una montura de gafa graduada. Y si, además eres propietario o encargado, pues hay que revisar albaranes, gestionar equipos, facturación, contabilidad, hacer caja, publicidad… ( y probablemente algo se me olvide).
Ante esta multitud de especialidades a mí me surge una pregunta: ¿Cómo es posible que sepamos y sepamos mucho de todo esto?
Creo que es imposible estar altamente cualificados en todas las grandes especialidades de la optometría: terapia visual, diagnóstico binocular, contactología, baja visión y la gestión comercial.
Para empezar porque hace falta mucho tiempo y dedicación para formarse y formarse bien. Y también porque no sólo hace falta hacer un curso o leer un libro, hay que ponerlo en práctica, porque la práctica clínica es la guinda del pastel, es lo que nos hace ser de verdad expertos en una materia. Por eso, todos los profes de innova son especialistas en su materia y trabajan casi en exclusiva en ella, para mí es la formación que tiene sentido y coherencia.
Hace mucho tiempo que me dedico casi en exclusiva al diagnóstico visual y a la terapia visual. Eso ha hecho que otras especialidades se queden en un segundo plano. Sé lo suficiente de patología para poder identificar y derivar a un oftalmólogo, que creo que es su competencia y no la mía. Y sé lo suficiente de contactología para poder atender una adaptación «normalita», o identificar si algo está bien o mal y buscar un compañero o alguien de mi equipo que lo pueda gestionar. No tengo complejos en esto. Si quiero especializarme en algo creo que hay que invertir mucho tiempo en formación y mucho tiempo en trabajar con pacientes para ponerlo en práctica. Eso es lo que llevo haciendo hace muchos años, estoy cómoda con mi decisión y con el rumbo que ha tomado mi carrera profesional.
En nuestro centro hacemos contactología a todas las edades y de todo tipo. Y, muchas veces, cuando son adaptaciones especiales o más complejas, me pierdo entre los términos o las elecciones de las lentes.
Como muchos ya sabéis, el curso pasado nos animamos a introducir una modalidad nueva de pequeños cursos que hemos denominado videocursos. Yo soy la responsable de revisar contenidos, e incluso de hacer el montaje y la grabación audiovisual, porque es un tema que me interesa y que me encanta.
El año pasado monté varios cursos y, cuando tuve que ponerme los dos de contactología, casi me da algo. Cuando tienes que encajar audio y vídeo de un tema que no controlas, la cosa se complica. Sin embargo, me sorprendió que, cuando me puse a ello (porque no me quedaba otra), aprendí un montón y me fue supersencillo seguir los cursos, el básico y el avanzado. Ambos explicados por Antonio Verdejo.
Y es que, es lo que tienen los grandes profesores, que lo difícil lo hacen sencillo. Antonio ve montones de pacientes y hace adaptaciones muy muy complejas. Es creativo, sabe muchísimo y está al tanto de lo último en contactología. A mí me sorprendió que me gustaran ambos cursos cuando es un tema que ni controlo, ni practico habitualmente.
Si os animáis, Antonio da varios cursos de contactología. Podéis empezar por los videocursos y, si os gustan, continuar con los cursos online. Vais a aprender un montón, independientemente del nivel del que partáis. (Os lo digo yo, que partía de muy abajo).
Y vosotros… ¿en qué os gustaría especializaros? ¿Tenéis complejos de no saber algo? ¿Cómo lo gestionáis? Contadmelo en comentarios!!!
Feliz finde.
Gloria
2 respuestas
Pues yo me ánimaré a esos videocursos de contactología! A ver si saco tiempo ???? porque me interesan todos vuestros cursos. Son de gran provecho de verdad.
Totalmente de acuerdo, pero a veces no queda otra que saber de “todo un poco” ya que se espera que seamos muy versátiles y productivos en nuestro trabajo, sobre todo los que no tenemos la suerte de poder ejercer en un centro especializado.
Los videos de contactología son totalmente recomendables!!!